Agua y Saneamientos Argentinos S.A. (AySA) abastece a 15 millones de personas en la Ciudad de Buenos Aires y 26 partidos del conurbano bonaerense. Ahora tanto su gestión como el patrimonio pasará a manos privadas, y aparecen las dudas de los usuarios: ¿habrá nuevo cuadro tarifario? ¿Qué pasa con las facturas impagas?, sobre todo teniendo en cuenta que se habilitaron los cortes del servicio por falta de pago.
AySA es la empresa concesionaria de servicios públicos de agua potable y tratamiento de desagües cloacales que abarca al AMBA y algunas localidades del Gran Buenos Aires. Por estos días ha estado en el ojo de la agenda pública, ya que el gobierno autorizó su privatización total a través de la venta de las acciones estatales.
Cómo se hará la privatización del agua
Así, el 90% de las acciones de la compañía, que pertenecen al Estado nacional, serán entregadas a alguna empresa privada, lo que significa que la prestación del servicio de agua ya no será pública. El 10% restante seguirá estando en manos de los empleados, a través del Programa de Propiedad Participada. Esta normativa le garantiza al gremio un lugar en el futuro directorio.
El Decreto 494/2025 publicado en el Boletín Oficial formaliza el cambio en el servicio de agua potable y desagües cloacales, habilitando la venta de acciones, la entrada de capital privado en la empresa y los cortes del servicio por falta de pago.
Se hará en dos etapas: primero se realizará una licitación pública de alcance nacional e internacional para vender al menos el 51% del total del paquete accionario a un operador estratégico. El remanente se ofrecerá en bolsas y mercados del país.
No es la primera vez que ocurre. Este servicio esencial ya ha pasado por ser propiedad del Estado y de empresas privadas. Desde 1980, la administración está bajo la gestión de los gobiernos provinciales, con excepción del AMBA, que ha permanecido bajo jurisdicción nacional.
Qué cambios provocará la privatización del agua: aumentos y suspensión del servicio
El Ministerio de Economía es la autoridad de aplicación, y prometió que “adoptará las medidas que sean necesarias para garantizar que la modalidad de privatización dispuesta no afecte la continuidad de la prestación del servicio público de provisión de agua potable y colección de desagües cloacales”. No obstante, algunas modificaciones son inevitables.
Por ejemplo, el nuevo régimen dicta que las tarifas se ajustarán trimestralmente, priorizando la inflación y el costo de mantener y expandir la red.
Hay que tener en cuenta que, de todos los servicios públicos, el agua ha sido el mayor afectado al momento de actualizar las tarifas. El informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP, a cargo de la UBA y el Conicet, recogió datos que exponen que, a lo largo de un año (entre diciembre de 2023 y diciembre de 2024), las boletas de AySA reflejan un aumento del 331%. Es decir, su valor se cuadriplicó.
Además, las modificaciones normativas establecen que AySA podrá interrumpir el suministro de agua por falta de pago. Las condiciones que lo habilitan son las siguientes:
- Cuando un usuario tiene tres facturas bimestrales impagas consecutivas o seis alternas en un período de 12 meses.
- También se considera un monto límite, que representa el importe que cubrirían seis meses de servicio.
- Antes del corte, AySA deberá notificar al usuario previamente y darle un plazo de al menos 15 días hábiles para regularizar la situación.
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