A 200 kilómetros de la costa de Mar del Plata navega el buque de investigación Falkor, que lleva a bordo a treinta científicos de instituciones argentinas con una misión sin precedentes. Miles de usuarios monitorean el streaming que se emite todos los días en YouTube, y son testigos de la vida marina en condiciones muy diferentes a lo que vemos a diario: reina la oscuridad total, solo interrumpida por las luces del robot que explora, y temperaturas cercanas a los 0°.

“Batatita” y “Estrella culona” o “Patricio” son algunos de los apodos con que los usuarios bautizaron a las especies que el ROV (siglas en inglés de 'Vehículo Operado Remotamente') iba registrando en cada una de las treinta estaciones de muestras a lo largo de toda el área sometida a estudio. El Cañón Mar del Plata es una región de alta biodiversidad y poco explorada, que se ubica frente a la provincia de Buenos Aires, en el límite entre las corrientes de Brasil (cálida) y las Islas Malvinas (fría).
Eso sí, uno de los objetivos de la exploración ya está cumplido: la divulgación científica. Ante la propuesta novedosa, para la que se está utilizando el ROV “SuBastian”, miles de usuarios visitan el streaming desde que comenzó días atrás, el 23 de julio. Además, se viralizaron memes de los animales en redes sociales, lo que contribuyó a que más gente se sumara.

La expedición “Underwater Oases of Mar Del Plata Canyon: Talud Continental IV” se hace con financiamiento de la fundación Schmidt Ocean Institute, cuyo canal de YouTube transmite las imágenes que se acompañan con la narración de los investigadores.

La misión la lidera el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y está a cargo del biólogo jefe de la expedición, Daniel Lauretta. Cuenta con una participación multidisciplinaria de instituciones como el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, el Instituto de Biología de Organismos Marinos, el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras, el Instituto de Biodiversidad y Biología Experimental y Aplicada y universidades nacionales de Buenos Aires, Córdoba, La Plata y Mar del Plata.
La tecnología que utilizan para rastrear el fondo del mar y los objetivos de la misión
El ROV SuBastian es capaz de capturar imágenes submarinas en ultra alta definición y recolectar muestras sin alterar el entorno a profundidades de hasta 3.900 metros. Esta vez, le tocó investigar el Océano Atlántico para recoger información nueva de “hábitats marinos vulnerables, detectando los impactos humanos, incluyendo basura marina y microplásticos; la biodiversidad bentónica (invertebrados y peces); la reproducción y biogeografía de especies profundas; el ADN ambiental; el carbono azul y dinámica de sedimentos”, según señaló Lauretta.

Con los cambios de profundidad emergen otras especies: durante estos días el streaming ha mostrado corales de agua fría, moluscos, estrellas de mar, crustáceos, peces de profundidad, y muchas más formas de vida que se adaptan a las condiciones extremas del entorno.

Las muestras que extrae el robot son para llevar al museo de Mar del Plata y esperan tener una infinidad de imágenes de nuevas especies y otras ya conocidas, que se someterán a estudio en los próximos 10 a 15 años.
Así, los datos que recojan van a resultar beneficiosos para entender el ecosistema marítimo, con aplicaciones industriales, además de puramente científicas. Por ejemplo, las petroleras podrán acceder a la información para conocer de primera mano el impacto ambiental de los procesos, lo que implica saber qué se puede hacer, qué no, y de qué forma.

Además, el equipo espera generar modelos 3D de especies emblemáticas y producir material educativo para escuelas, museos y clubes de ciencia. Todos los datos recolectados durante la expedición serán publicados en repositorios abiertos como CONICET Digital, OBIS y GenBank.

Los fondos. La misión la financia la Schmidt Ocean Institute, como ya dijimos, pero al ser consultado por Infobae acerca de los costos de tal investigación, Lauretta estimó que la inversión contemplaría cinco millones para, solamente, el robot, y 2 millones y medio de dólares por el tiempo de la campaña. El resto, “todas las actividades que hay que hacer, lo que hay que estudiar, los insumos, los conseguimos nosotros con subsidios internacionales destinados para investigación”.
La campaña dura 19 días en total, por lo que el streaming se extenderá hasta los primeros diez días de agosto. Como los investigadores a bordo del buque se dividen en dos grupos para cubrir de 6 a 18 y de 18 en adelante, el streaming se emite casi todo el día.
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